lunes, 20 de agosto de 2007

LA CAPITAL TAMBIEN SUFRIO LA FURIA DE LA NATURALEZA

Un terremoto de 7,9º en la escala de Richter sacudió el pasado miércoles 15 de agosto la costa central del país y causó un gran susto en la población, que abandonó sus casas y centros de trabajo para copar las calles. Según el Instituto Geofísico del Perú (IGP), el sismo se inició a las 6:40 p.m. y duró cerca de dos minutos. El epicentro se localizó a 60 kilómetros al oeste de Pisco y con una profundidad de 33 Km. en el departamento de Ica, pero se sintió en todo el país.

El desconcierto de millones de capitalinos se hizo sentir desde el comienzo del siniestro: rostros pálidos de desesperación y angustia, aglomeración en las calles, el flujo vial totalmente colapsado no hizo mas que recordarnos la cruda realidad que vive nuestro país y la fragilidad del mismo antes desastres naturales como los vividos muchos años atrás.

En la capital los estragos por tremendo sismo ocasionaron que muchas viviendas cedieran ante la intensidad del movimiento telúrico. Viviendas en distritos como El Rimac, Barrios Altos, El Agustino y El Callao se vinieron abajo agrabando así el pánico de moradores que vivían en la zona. A esto se le sumo la angustia de moradores de distritos como: Ate Vitarte, Turín, Santa Anita, San Luis, La Molina, Villa el Salvador y Huachipa según lo afirmó Hans Berger, vocero de Luz del Sur.

Por su parte, la empresa Edelnor refirió que en los distritos de Los Olivos y Pueblo Libre también quedaron sin luz eléctrica por varias horas.
De la misma manera, las líneas telefónicas, tanto fijas como celulares colapsaron y dejó al Perú incomunicado debido a que demanda del servició superó a la capacidad de red que tenemos en el país, según lo afirmó Carlos Oviedo, gerente de Comunicaciones de Telefonía del Perú.

Este terrible episodio no hizo más que refrescar en la memoria de todos los peruanos aquellos terribles momentos sufridos hace 33 años cuando un sismo de 6,6 grados en la escala de Richter azotó el oeste de Cerro Azul en la provincia de Cañete y tuvo una duración de 2 minutos y 15 segundos.

Ante este hecho, el Presidente García expresó en una conferencia de prensa en la noche del miércoles su solidaridad con los damnificados y pidió serenidad población para afrontar estos momentos de crisis nacional. De la misma manera criticó el colapso telefónico y pidió a los representantes de todas las comunidades afectadas el empadronamiento y la organización para poder brindar la ayuda necesaria.

Países como Colombia, Brasil, Ecuador, México, España, Venezuela, Chile, Marruecos, China, Estados Unidos entre otros, su unieron en un solo fin, el de ayudar a nuestros hermanos del Sur. De la misma manera organizaciones privadas, públicas y la población Limeña en general brindó su ayuda humanitaria desde las primeras horas del día jueves 16 de agosto, la cuales empezaron a recolectarse en los distintos centros de acopio la ayuda establecidos en distintos puntos de la capital.

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